Por: ARKKARA
Es conocido que el cuero no es simplemente la piel de un animal muerto, sino un material que ha sido tratado mediante un proceso de curtido para transformarse en un elemento flexible, resistente, elástico, maleable, capaz de respirar y con multiplicidad de usos. Las pieles están formadas por cuatro partes bien diferenciadas que son el pelo o lana, la epidermis, la zona reticular y el tejido subcutáneo o endodermis. La parte que se puede convertir en cuero es la dermis, por ello en las primeras fases del proceso se eliminan las otras partes; la dermis está compuesta de la zona papilar y la zona reticular y está constituida sobre todo por fibras de una proteína llamada colágeno.